Todos hemos probado en algún momento este rico vegetal, siendo del agrado de muchos y de muchos otros no tanto, la cebolla, proveniente de Asia central, tiene una participación bastante importante en nuestra gastronomía.
Pero, aunque todos la conocemos, esta tiene una peculiaridad, al cortarla te hace llorar ¿Por qué?
Cuando cortas una cebolla, esta produce un gas que contiene azufre, el cual al contacto con el agua (en este caso, la humedad de tus ojos) se descompone en ácido sulfúrico. Al percibir esto, el cerebro da la orden de producir lágrimas, para diluir el ácido y proteger los ojos. Y esta es la razón por la cual lloramos al cortar cebolla. ¿Se puede evitar? Pues hay algunos tips que han dado resultado:
Cortar la cebolla bajo agua fría, hará que cuando se liberen los gases de la cebolla, actúen en el agua y no puedan alcanzar tus ojos.
Congelar la cebolla unos 10 minutos antes de cortarla también podría ser útil, ya que ralentizara la reacción de la cebolla.
Tener un cuchillo que sea muy filoso hará más preciso el corte y desgarrará menos capas de cebolla.